domingo, 10 de mayo de 2009

Sexo vs Amor

El ser humano es el animal más raro que conozco, y eso que el cochiveja se le acerca bastante. El caso es que tenemos características propias que no se dan en el resto de seres de la naturaleza: racionalidad, egoísmo, ambición… y así hasta completar una lista interminable. Pues bien, de todas estas cualidades hay una que destaca sobre todas las demás (siempre según mi punto de vista) y es el amor, el enamoramiento y todo lo que eso conlleva.

La mayoría de los animales follan simplemente para procrear, están bastante predeterminadas sus épocas de celo y después del casquete cada uno por su lado. Existe una menos proporción de animales que además de para procrear también lo hacen por placer, por ejemplo el delfín.

Y después estamos nosotros, lo hacemos por placer y lo hacemos para procrear pero ahí no queda la cosa ya que distinguimos entre follar, echar un polvo, un kiki… y hacer el amor. Así somos nosotros, especiales hasta para lo más básico.

Debido a esto, la vida de las personas está llena de malentendidos, engaños, mentiras y una serie de artimañas que nos hacen ser unos de los seres más curiosos que existen. No es bonito decir “hemos echado un polvo y ya”, o “quedamos sólo para follar”. El problema radica en que las personas suelen confundir el sexo con el amor y el amor con el sexo (en muchísima menor medida), y como consecuencia de ello alguien suele acabar mal.

Tan especiales somos que podemos comunicarnos con la palabra pero parece que para esos temas mejor comportarnos como animales. Cuantos problemas y dolores de cabeza se hubieran solucionado a tiempo si después de un polvo en vez de decirle el “te quiero” que tanto espera le sueltas que ha sido un polvo de puta madre.

Aún así soy de los que piensa que el sexo es buenísimo, pero si encima hay confianza con la otra persona, la conoces desde hace tiempo y te gusta pues mucho mejor. Si encima estás enamorado… te tocó la lotería.

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