En mi vida me he encontrado con un montón de gilipollas. Gente que no me aporta nada, que me producen indiferencia y cuya existencia es tan ridícula que no tiene ningún efecto incluso a nivel microscópico.
Gilipollas hay en todas partes, sobran. Los hay de todo tipo, gilipollas por cuenta ajena, a tiempo parcial, inocentes, graciosillos...
Y aquí tenéis a uno que también forma parte del club pero le ha costado reconocerlo.
¿Mis logros para conseguir tan gran condecoración?: antisocial, reservado, egocéntrico, exagerado, presuntuoso, maquiavélico, asentimental y un sinfín de manías estúpidas hasta lo indecente.
Por que al final lo anormal es no ser un gilipollas. Únete.
Hay que ser un poco más humilde...
No hay comentarios:
Publicar un comentario