Cuando el color de tu cara es igual que el de tu culo.

Tras muchas horas de oficina, viajes a países nórdicos, camisas, pantalones largos y chaquetas en pleno verano y vida nocturna lo he conseguido, lo que todo el mundo siempre cree que no puede pasar, unos de esos posibles imposibles lo he conseguido yo.

¿La paz en el mundo?¿Que me toque la lotería?¿Un aumento de sueldo?...NO! He conseguido que mi cara sea igual de blanca que mi culo. Y lo mejor de todo (o peor, según se mire) es que no me lo había propuesto.

Muchos pensareis que ya he llegado a mi límite pero la verdad es que tengo mis dudas ya que todavía me quedan 3 semanas hasta las vacaciones. No sé cuál será mi siguiente estado pero lo espero impaciente… ¿me haré transparente?¿cumpliré un ciclo y me pondré más negro que el betún para volver a empezar…? El tiempo lo dirá.

*Nota. A mediados de Agosto llegará la segunda parte: "Cuando el color de tu cara es igual que el de un tomate"