La soledad es como el agua, un poco está bien pero demasiada puede acabar ahogándote.
Hay días en los que me apetece estar solo, no salgo, no hablo con nadie y paso de todo pero al final resulta que de tanta soledad me acabo agobiando, me veo solo y sin nada que hacer. He estado tanto tiempo solo que ya no puedo salir de ahí; he buceado demasiado tiempo y ahora me resulta imposible salir a la superficie, me estoy ahogando.
Lo único que puedo hacer ahora es buscar una mano, una mano que me saque del fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario